Titulares cansados, falta de gol, atasco en la Liga… Seis partidos sin ganar en el torneo liguero lleva el Sevilla de Vincenzo Montella, una fea racha para embocar un partido de la enjundia de la final de la Copa del Rey. La moneda está en el aire para darle una nota a la gestión del entrenador italiano, pues el resultado de la final puede subir o bajar el pulgar en el juicio popular e incluso en el institucional. Pero de lo que cada vez va quedando menos dudas es que, configuración de la plantilla al margen, que también tiene mucho que analizar, el napolitano no ha sacado todo el provecho posible a sus recursos. El digno partido de Geis en Riazor vuelve a dejar en evidencia el reparto de roles y minutos que está realizando Montella.
