Ser delantero y fichar por el Barça ya no arranca un ‘sí’ inmediato e incondicional. Algunos futuribles dudan. Claro que les seduce el Camp Nou pero priorizan jugar antes que quedarse en un banquillo de oro, por muy bien pagado que esté. Hay en juego otras cosas, como las convocatorias internacionales o los contratos publicitarios.
Gameiro le ha dado vueltas y acepta ese rol que tanto preocupa a Luis Enrique, aunque ya le han aclarado que el año que viene no será como este. La titularidad del tridente se mantendrá pero no por norma.