Se le ha acabado ya a Vincenzo Montella ese periodo de gracia del que siempre disfruta un recién llegado. Bueno, en realidad se le acabó de un sopetón en noventa minutos nefastos ante el eterno rival en la derrota que más ha dolido de todas las sufridas en la presente temporada, nada comparable a las encajadas por el Sevilla cuando su director de mando era Eduardo Berizzo.