Joaquín Caparrós cogió al Sevilla por cuarta vez hace algunas jornadas, con el fin de salvar al equipo y evitar que se fuera a Segunda División. Aunque las sensaciones no han sido muy buenas, consiguió ganar a la Unión Deportiva Las Palmas y seguir en Primera División.
André Silva, ex jugador del Sevilla que ya estuvo con el técnico utrerano en anteriores etapas, ha hablado recientemente en Diario AS. Fue hace seis años, cuando apuntaba a ser uno de los fichajes estrella del propio Caparrós, cuando entrenaba al Sevilla Pablo Machín.
Comenzó muy bien la temporada, y es que acumuló once goles en las primeras jornadas, pero después tuvo una lesión importante en el tendón rotuliano. Confiesa que tuvo sus más y sus menos con Joaquín Caparrós, que fue el técnico que acabó la temporada y consiguió meter al equipo en Europa:
«Caparrós siempre ha sido una figura importante en el Sevilla. Siempre estaba ahí, representando los valores del equipo. Cuando yo llegué no tuve mucha relación con él porque, al ser primero director deportivo, tenía muchas cosas que gestionar. Luego, como entrenador había más contacto pero empecé a tener problemas con las lesiones y ya no fue lo mismo que al principio de la temporada. Los recuerdos buenos que tengo son del inicio».
«Caparrós dijo lo que sentía. Yo tenía mi sensación y mi realidad. Estuve en una situación muy buena al principio en Sevilla; pero entonces tuve una lesión que me permitía jugar, pero cada vez estaba peor. El dolor aumentaba y mi nivel bajaba.
«Yo tenía muchas expectativas y mucha ambición, pero todo eso acabó en frustración. Ni estaba bien físicamente ni lo estaba haciendo bien en el campo. Lo mejor era parar y recuperarme. Ahí, el Sevilla cambió de entrenador y me dijo que me necesitaba, pero las cosas estaban así».
«Mi foco estaba en los médicos pero mi pensamiento era seguir en la siguiente temporada. También tenía la fase final de la Nations League y yo quería llegar. Me da mucha pena. Me duele porque no estaba en las mismas condiciones que a principio de temporada. Probé todos los tratamientos contra el dolor que eran legales, pero era algo más preocupante y grave de lo que quizás yo expresaba».
Una reunión tensa: «Sí, fui a hablar con él. Él me dio su opinión y yo le dí la mía; pero lo que estaba dicho ya estaba dicho, no se podía cambiar».
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«Las cosas podían haber sido distintas si me hubieran comprado, claro. Yo estaba bien en Sevilla, me identifico mucho con los valores del club… pero el futuro fue otro. Cuando estaba bien allí y estaba jugando bien mi foco era defender los colores del Sevilla, demostrar que ahí estaba bien y reflejarlo en el campo».
