La ambición de un club como el sevillista obliga a que cada derrota sea una minicrisis, pero los de Eduardo Berizzo deben salir de ella ganando en Rusia. Así seguirán con sus opciones intactas de ser primero de grupo y con la cita ante el Liverpool en el Ramón Sánchez-Pizjuán como clave. Aunque todavía queda para ello, de modo que el equipo de Nervión debe dejar a un lado lo ocurrido en San Mamés y saber sobreponerse a las bajas que tiene en defensa. Son muchas e importantes pero, aun así, el Sevilla está más que capacitado para seguir sonriendo por Europa.