El agravio comparativo es evidente, tanto como los insultos que se escuchan en Nervión. Esta campaña, de hecho, el Valencia sólo ha visto cómo Mestalla era apercibido de cierre después de que una botella impactara en los jugadores del Barça, mientras que al Depor sólo le llegan multas económicas por las pancartas de los Riazor Blues que se ven cada semana en Riazor.
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