A sus 77 años, Carlos Bilardo sigue siendo presente del fútbol. El que hiciera campeón del mundo a Argentina en el 86, recibe a MARCA en su añejo despacho del centro de Buenos Aires. Charló de fútbol sin adornos, como a él le gustaba jugar. Sólo interrumpía para mostrarnos las decenas de cintas de vídeo de partidos de los 80, atender las llamadas de su esposa Gloria y para dibujarnos en un papel lo fácil que puede ser una táctica suya.