Pasar a una final tiene mucha importancia, pero cuando es la cuarta en nueve años la euforia desaparece. Hasta que la voz del piloto se escuchó por la megafonía del avión. «Mis tres hijos son sevillistas y lo que estáis haciendo se lo podrán contar a sus nietos», comenzó, al tiempo que destacó los equipos y títulos anteriores. Habló de jugadores históricos que iban en el avión como «Súper Paco, Monchi o Martagón» y también de gente como Palop, Kanouté y Antonio Puerta.