Unai Emery, entrenador de José Antonio Reyes durante los tres años y medio que estuvo en el Sevilla, también ha pasado por el Sánchez-Pizjuán para despedirse del utrerano. «Uno añora muchas cosas en su pasado, en su carrera, el Sevilla era algo especial, también los jugadores son especiales, pero a José se le cogía cariño. Lo comentaba con Caparrós, fuimos lo que más años estuvimos con él como entrenadores, y era como un hijo, había que tratarlo de padre a hijo. Siempre te recibía con un abrazo, quizás el mejor jugador de la historia del Sevilla».
«José siempre sacaba la puntilla a la cosas por el lado de las risas. Siempre me decían que en los derbis se transformaba, me decían mis amigos que lo tenía que poner… Los derbis para él siempre era un rendimiento por encima de lo que estaba en ese momento. Y cuando llegaban las finales igual, en los momentos especiales siempre tenía esa magia… Era un jugador diferente.