Unai Emery ingresó por la puerta grande en el selecto club de seguidores de Groucho Marx. Ya saben: «Éstos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros». El entrenador del Sevilla empleó la siguiente fórmula: «Yo no voy a morir con mis ideas». Si tengo que hacerlo -le faltó decir- que sea con otras prestadas.