Este pasado verano, Monchi, director deportivo hispalense, tuvo señalado en rojo el nombre de Morales para relevar al ahora barcelonista Aleix Vidal. Como sucede ahora con Lerma, el Sevilla estaba haciendo un análisis detallado de la evolución del madrileño, condicionado a que el Levante ejecutara o no la opción de ampliación unilateral de su contrato. Dado ese paso, su libertad aumentaba de los seis millones de euros previos, a la ‘tarifa base’ de los jugadores-franquicia: los 10 ‘kilos’. Con este incremento y el precedente de la negociación por Iborra, Monchi era consciente de que echar el resto por Morales obligaba a desembolsar la cláusula integra o casi en su totalidad.