Castro dejó claro que seguirán trabajando para erradicar la violencia en el Ramón Sánchez-Pizjuán, pero reconoció que es algo que les está costando bastante, lo que se traduce en dinero: “Debemos saber que ése no es el camino. Lo único que queremos es que nos multen. Tampoco pretendemos que criminalicen a una parte de nuestra grada. Eso no. La realidad es la que es y ahí están los informes. Los violentos no tienen cabida en nuestra grada. Llevamos gastados en el presente ejercicio más de un millón de euros en este asunto. Un club como el Sevilla y por prestigio no puede tener este tipo de acciones”.
