La temporada 2024‑25 se ha presentado como uno de los momentos más críticos para el Sevilla FC en los últimos años. Tras un curso marcado por la irregularidad —17.º en La Liga tras 38 jornadas— el equipo necesita reencontrarse consigo mismo y recuperar la solidez que siempre lo ha caracterizado. Entre ajustes tácticos, fichajes y retos institucionales, este año definirá cómo quiere proyectarse el club en la próxima década.
Desde la llegada de Joaquín Caparrós en abril, la prioridad ha sido reforzar la defensa, uno de los puntos más débiles en el arranque del curso. Tras encajar goles de forma continua —siete jornadas con tantos encajados tras un buen inicio defensivo con García Pimienta— la misión es consolidar un equipo más.
En la actualidad, se plantean ajustes en la línea atrás: el central Loïc Badé debe volver a su mejor nivel y con él recuperar una estructura que evite concesiones. La reciente incorporación de Juanlu al lateral derecho busca precisamente eso, aunque todavía faltan minutos para confirmar su aporte defensivo.
En el medio campo, la permanencia de Sambi Lokonga, cedido desde el Arsenal, sería una noticia muy positiva. El belga ha mostrado compromiso total con el club: “si el Sevilla puede, yo quiero quedarme”, afirmó. Su capacidad para aportar equilibrio y llegada puede ser determinante si el Sevilla consigue resolver su inestabilidad.
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Fichajes e implicaciones económicas
Los movimientos del mercado de invierno también han sido relevantes, con la llegada de relevo ofensivo como Akor Adams por cerca de 5,5 M€ y Ruben Vargas (2,5 M€). Ayudan a ampliar el abanico de alternativas arriba, pero también reflejan la necesidad de optimizar recursos.
En esa línea, la confirmación del fichaje de Petar Stanic —que anotó 12 goles entre Conference y Liga— dependerá mucho del nuevo director deportivo, Antonio Cordón. La intención es reforzar con inteligencia y sin comprometer la viabilidad financiera del club.
Impacto extradeportivo: patrocinio y comunicación
Más allá del campo, el Sevilla FC ha dado un golpe de efecto con su nuevo patrocinio con Adidas. El acuerdo, que arrancará en la temporada 2025‑26 y se prolongará durante diez años, permitirá al club volver a vestir la firma germana con equipaciones exclusivas, de corte histórico y comercialmente ambicioso. Este movimiento refuerza la imagen del club y aporta estabilidad económica, algo vital para afrontar los desafíos deportivos.
En paralelo, el Sevilla ha sido reconocido por segundo año como el club con mejor comunicación de La Liga. El objetivo es profesionalizar su imagen y mejorar el producto audiovisual, una apuesta que genera retornos extra por derechos y alianzas estratégicas.
Por otro lado, la hinchada sevillista volverá a jugar un papel crucial la próxima temporada. Tras el incidente violento tras la derrota en Vigo, que llevó al equipo a dormir protegido en la ciudad deportiva, el club pide respaldo y unidad. Ese empuje emocional puede ser el motor para reconducir los resultados y garantizar la consecución de los títulos a los que el equipo sevillista nos acostumbró en años pasados.
