El técnico argentino viene realizando rotaciones por sistema, sea por merecimiento o no, pero ante el Spartak de Moscú Muriel se quedó en el banquillo. En teoría le «tocaba» jugar, después de haber sido suplente ante el Athletic de Bilbao, pero Berizzo prefirió seguir contando con Ben Yedder por diferentes motivos. El primero de ellos es porque el franco-argelino es su delantero titular, por más críticas que reciba. Y luego está el asunto del físico del colombiano. Muriel, desde que llegó, tiene problemas con el peso. Más allá de que tenga una constitución más ancha, el delantero no termina de llegar a su peso ideal, algo que está lastrando su rendimiento como sevillista.
