El otro partido: El síndrome de los centrales

La lesión de Andreolli, de forma fortuita y sin que mediara el choque con ningún rival, ofrece el paradigma de este Sevilla que se va a meter en el mes de diciembre sin ganar fuera de casa en la Liga. Mönchengladbach se presenta como la negra amenaza para un equipo cuyo estelar proyecto se puede ir al traste antes de las Pascuas de Navidad si no enmienda su contumacia en seguir sin ganar como viajero. En Anoeta se produjo el síndrome de los síndromes. Todos los síndromes se reunieron como en un vórtice de infortunio para dar placidez al debut de Eusebio. Y la lesión del central italiano, que podría tener roto el tendón de Aquiles y estar de baja varios meses, abrió la caja del mal fario.

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