Dos días después de finalizar la celebración del cuarto título de la Europa League, el director deportivo Monchi se encerró en su despacho y empezó a planificar la temporada 2015-16. Se sentó durante tres horas frente a una agenda en la que garabateó los nombres de los nuevos fichajes, los puestos que necesitaban ser reforzados y los planes ‘b’ para posibles salidas que sabía iban a darse. Cuando finalizó, salió de noche del despacho con una amplia sonrisa en la cara. «Miré la plantilla y reí», aseguró el directivo.