Sorprende la manera en la que el Barça está llevando todo este asunto del traspaso de Koundé, filtrando a su prensa afín acuerdos y cantidades, mientras que en la realidad es que no hay contacto entre clubes.
Este optimismo reinante en Can Barça sólo puede ser debido a un motivo, y es que tengan cerrado con el jugador que no irá a ningún sitio que no sea el Barcelona.
Una estrategia que le fue bien con Raphinha, con el Chelsea también como invitado, y que puede volver a ocurrirle de nuevo. De ahí el enfado del conjunto blue, que no pretende traspasarle a Azpilicueta ni Marcos Alonso.
Xavi le ha convencido de que tendrá los máximos galones en la defensa blaugrana, mientras que en el Chelsea Tuchel lo quiere pegado a banda.
El Barça ha jugado sus cartas y tiene el sí del jugador, a la espera de que el Chelsea se canse y quede como único pretendiente. Ahí es donde entraría el Sevilla y decidir si entra su juego y vende a su activo a la baja o lo retiene un año más, por la jugarreta de ambos, sabiendo que no podrá ponerse en rebeldía para no poner en peligro su participación en el Mundial.