Una derrota en un derbi, supone mucho más que cualquier otra. Los aficionados sevillistas son conscientes de que el club vive una situación muy difícil, pero al menos espera que en ciertos momentos dé la cara, y no te ganen un partido por falta de intensidad, hambre y ganas.
Da la sensación de que a Matías Almeyda se le ha acabado el crédito dentro del vestuario, y ya hay gente en la planta noble, que cuestiona su trabajo y ha desarrollado una lista de posibles sustitutos.
Un entrenador que hubiera sido ideal para este Sevilla, que tiene tan pocos recursos, hubiera sido José Bordalás.
Lleva muchísimos años exprimiendo al máximo la corta plantilla del Getafe, y en estos momentos lo tiene alejado de los puestos de descenso y casi en Europa.
Bordalás loco por entrenar en Nervión
El técnico se ofreció en varias ocasiones el pasado verano, ya que es una espinita que tiene clavada. En algún momento de su carrera, quiere entrenar a un equipo tan grande en los últimos tiempos en Europa. Está convencido que con su conocimiento y experiencia puede llevarlo de nuevo a un sitio interesante en la tabla.
Sin embargo, José María del Nido Carrasco y su Consejo de Administración, además del director de fútbol, Cordón, no querían apostar por él, por un motivo principalmente.
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Es una persona que dice las cosas a la cara y tal como son en rueda de prensa, y no es nada manejable. Saben que exige, y que es incómodo, por lo que quedó descartado.
