Nadie discute la entrega, el sacrificio y las cualidades como centrocampista de Gary Medel. El chileno es uno de los futbolistas más queridos por el aficionado sevillista y uno de los pilares sobre los que se asienta el juego del conjunto de Nervión. Pero ese carácter tan incendiario le pasa malas jugadas cuando es incapaz de controlar sus arrebatos dentro de un partido. El viernes volvió a protagonizar una acción polémica que culminó con su expulsión, que acabaría condenando a su equipo al empate tras ir por delante en el marcador.