Los aficionados sevillistas siguen muy tocados por la derrota en el derbi sevillano. Es cierto que perder un partido cualquiera en Liga, siempre es doloroso, pero de caer ante el eterno rival, tardas más en recuperarte.
Además, las sensaciones del equipo son muy preocupantes, con cinco derrotas en los últimos seis partidos y recibiendo en 14 jornadas, la friolera de 23 goles, una cifra tremendamente preocupantes. Se cometen errores indignos del primer nivel.
La defensa hace aguas
Está claro que el agujero de este Sevilla de Matías Almeyda está atrás, y es que tanto el centro del campo, la zaga y las bandas, no están sabiendo defender. Al equipo le falta cantidad, calidad y equilibrio por todas partes.
De hecho desde que la Liga es de tres puntos, este Sevilla es ya el más goleado de la historia de club. Ni aquellos equipo de los descensos en 1997 y 2000 llevaban tantos goles en contra.
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Además, Matías Almeyda no conoce el término medio, es cierto que lleva cinco triunfos, pero solo ha empatado un partido, y ha caído en un total de ocho. O empieza a hacer cambios, y a reajustar cosas, o podría ser destituido en las próximas fechas, incluso antes de que acabe el año.
