Este Sevilla está hecho de acero. La costumbre de ganar y las ocasiones que nadie sabe cómo no entraron en El Sadar dejan un empate con sabor totalmente amargo tras el 1-1. Lógico. Es cierto que hay formas de fallar, pero el Sevilla las probó todas en Pamplona y eso alimenta, quieran o no en Nervión, el debate sobre la falta de pegada de sus delanteros. Más que el debate, la pregunta que todos lanzan al aire: ¿Dónde estaría este Sevilla con un delantero titular del nivel que acostumbra? Pues miren, probablemente en el mismo lugar. Seguramente hoy con dos puntos más, pero seguramente hoy en el mismo lugar en la tabla. No me imagino yo al Real Madrid y al Barcelona por debajo de un Sevilla con más pegada. Eso sí, si Monchi vuelve a hacer magia en enero, ojito…