Al Sevilla Atlético le va a costar mantenerse por tercera temporada consecutiva en Segunda División. Al joven equipo de Tevenet le ha tocado sufrir esta campaña. Mantener a un filial en la segunda categoría siempre es difícil y la mejor prueba es que el filial sevillista nunca lo ha conseguido. De momento, ya está anclado en la cola de la tabla después de no haber ganado ninguno de los seis partidos disputados. Y ya empieza a ponérsele pinta de perro flaco al que todo se le vuelven pulgas. En el estadio de los Juegos Mediterráneos tenía una ardua tarea, pues el Almería es un candidato al ascenso y está peleando en la zona alta de la jornada. Y a ese contexto se unió el pésimo arbitraje de Valdés Aller.
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