En las últimas citas el Sevilla ha tenido una desconexión mental del partido que le ha costado caro a los de Julen Lopetegui. Tanto en Ipurúa como en el Camp Nou el equipo se fue del partido durante un tramo corto de tiempo que le sirvió al rival para sellar su victoria y, por ende, dos de las tres derrotas que imperan en el casillero de los sevillistas. Especialmente grave fue la del partido ante el Eibar. Estas dos desconexiones letales para los intereses del Sevilla han supuesto que los de Lopetegui encajen siete de los once goles que llevan hasta el momento en la temporada. Un síntoma de que la seguridad del sólido equipo sevillista se ve comprometida cuando no se ponen todos los sentidos en el partido.