Matías Almeyda y la dirección deportiva del Sevilla tuvieron que tomar una decisión muy difícil este verano, en relación a elegir entre vender a uno de los dos mejores jugadores del equipo.
Obligatoriamente había que hacer una operación de venta importante, ya que viajaron muchos fichajes a Sevilla que no podían ser inscritos y la Liga no le iba a permitir sin ingresos.
Entre Lukebakio y Rubén Vargas se tomó la determinación de que el belga debía ser vendido al Benfica, ya que podía ser un traspaso más elevado, además Almeyda, consideraba más a Vargas como un jugador de equipos y comprometido.
No estaba muy equivocado, y es que el primer mes de competición del futbolista sevillista está siendo espectacular. Suma un gol y tres asistencias desde que comenzó el curso.
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De hecho ha sido doblemente nominado, al mejor gol del mes de septiembre, el que le marcó al Deportivo Alavés, cogiendo la pelota desde su campo y con un disparo maravilloso.
Además, también podría ser nombrado el mejor jugador del mes, compitiendo con Mbappé, Fornals, Etta Eyong y Pedri.
