La hora de la verdad ha llegado. Este jueves, el equipo de Unai Emery saldrá al Sánchez-Pizjuán dispuesto a alcanzar su tercera final consecutiva de la Europa League y acercarse, de este modo, a la posibilidad de conquistar un título que le daría acceso a la Champions. Es el gran reto de este Sevilla que navega justo de fuerzas pero con la ilusión y el deseo de dar una nueva alegría a la afición por bandera. No será fácil dejar en la cuneta al Shakhtar, pero hay razones para soñar con estar el próximo día 18 en la finalísima de Basilea.