Por eso nos atrevemos a puntualizar a Bilardo: los de colorado son los nuestros, sí, pero no todos. Casos prácticos. El personal que se rompía las manos a aplaudir a un negro obeso que ha sido, de largo, el peor profesional que ha pasado por esta plantilla en la última década. Y no es un galardón para el que no haya habido candidatos cualificados, precisamente. O los aficionados que pitaban, allá por 2007, cuando Biris Norte insultaba al otro equipo de la ciudad. Qué más, a ver. Los del runrún con Negredo, o con Luis Fabiano.