En su intervención, el expresidente del Sevilla ha reconocido su culpabilidad. «Además de reconocer los hechos y reconocer mi culpa en esos hechos deplorables pido perdón a la ciudadanía del pueblo de Marbella». A Del Nido le cuesta pedir perdón, pero es que va ya para dos años y no ha puesto un pie en la calle, salvo para acudir al entierro de su padre. Está en juego su vida y por tanto si con esta táctica puede rebajar años de condena, eso que habrá ganado.