El hecho de que los dos clubes tengan futbolistas más que apetecibles, en el caso del conjunto galo, por ejemplo, Fekir, y los ya conocidos del equipo de Sampaoli, además de que Lyon está situado en un punto estratégico y cercano desde distintos países, ha hecho que el encuentro del Parc Olympique Lyonnais sea vigilado por técnicos de todo el continente.