En el mundo del fútbol las cosas cambian rápidamente. Un ejemplo de eso es la situación de Peque. El atacante era uno de los descartes del pasado verano.
Hace unos días confesaba lo siguiente:
«Estaba en una situación que estaba más fuera que dentro y no fue fácil. Pero con la forma de trabajar del míster y su forma de ser, y la confianza que tengo en mí mismo, creía que podía darle la vuelta a esto. Con la ayuda de todos poco a poco se va dando».
Su gran partido ante Osasuna, sin duda le ha dado alas, no solo para Matías Almeyda sino también respecto a la afición, ya que salió ovacionado del Ramón Sánchez-Pizjuán.
Informan en Orgullo de Nervión, que la dirección deportiva del Sevilla FC ofreció a bastantes equipos al mediapunta, tanto de Primera como de Segunda División, pero él no quería irse.
La prioridad de Antonio Cordón era su venta y desvinculación definitiva. Lo pasó muy mal pero contaba con el apoyo de Almeyda, que le veía algunas características interesantes para el equipo.
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Sintió al igual que otros miembros de la plantilla como Álvaro Fernández, la presión del club para que saliera, sin embargo siempre ha creído en sus posibilidades y confiado en que iba a tener un rol importante si continuaba mejorando y trabajando.
Finalmente lo ha conseguido, ya es considerado como un titular y dupondría una perduda importante si hoy ve tarjeta amarilla y se pierde el derbi.
