Unai Emery y su Sevilla son de los pocos clubes que se pasean por Europa con dos porteros casi imberbes. Sergio Rico y David Soria cuentan en su DNI con 22 años por cabeza, es decir, con muy pocos partidos en la élite a sus espaldas y un mundo por descubrir entre los palos. Ambos han ido evolucionando en la fábrica de Nervión, aunque el madrileño Soria llegase cuando ya era casi un hombre y haya desarrollado otra etapa de su madurez profesional ya con el Sevilla.