«En el caso de Guilherme Arana, por ejemplo, teníamos muchas expectativas, llegó como el mejor lateral del Brasileirao. Lo contratamos después de un largo periodo de observación, con mucha anticipación. Y creo que el problema de Arana era fundamentalmente una cuestión de personalidad, de timidez».
Los motivos por los que el Sevilla ha olvidado un poco el mercado brasileño en los últimos años: «Cuando contratamos Dani Alves, nuestros cazatalentos estaban en Brasil con colegas de otros cinco equipos, hoy se encuentran 500 equipos diferentes representados allí, es muy complicado, especialmente porque las grandes estrellas jóvenes del fútbol brasileño, con muy pocos partidos, ven a sus equipos pidiendo una cantidad muy grande de dinero».
Hubo contactos para fichar a Pedro, ex de Fluminense ahora en la Fiorentina: «Creo que todo influye en un negocio. El problema fiscal, el costo, la dificultad de tener que hablar con el jugador, el padre del jugador, el club, el agente y otras compañías complican lo que era en el pasado traer a un jugador. No sé cómo fue con Pedro, pero con Arana un año antes, fue imposible para nosotros concluir la operación portodo lo que rodeaba al jugador».
Otro que no rindió como se esperaba fue Ganso: «Ganso fue una decepción personal para mí más que para el club. Creo que Paulo es un jugador extraordinario que tuvo pocas oportunidades en el club. Es mi opinión que probablemente el resto de los entrenadores y el personal del club no comparta, pero en su primera temporada dio más que otros jugadores y tuvo menos oportunidades que ellos. Al final, para que un jugador tenga un buen rendimiento, el entrenador tiene que confiar en él».