Pablo Cavallero responde con argumentos convincentes a la inquietud que genera en el sevillismo que se hayan pagado diez millones por un futbolista que no ha despuntado en la Sampdoria. Oírlo durante un solo minuto pulveriza cualquier duda. Habla con verdadera pasión de su compatriota. Del chico de Tucumán que el cuerpo técnico de Mauricio Pellegrino, con él como entrenador de porteros, hizo debutar como profesional en Estudiantes de La Plata.