Fue apenas 48 horas después de que el Sevilla F.C. perdiera en su estadio ante el Celta, el 2 de noviembre, cuando decidió dar una charla a sus jugadores más que incisiva, apostando por defender como nunca y atacar como siempre. Instó a sus futbolistas a ser mucho más agresivos en labores defensivas y dio el paso que muchos estaban esperando en el vestuario: adelantó a Rakitic a la mediapunta y reforzó el centro del campo con hasta dos centrocampistas de contención.