La bomba que el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dejó caer de nuevo sobre el sevillismo con la segunda propuesta de sanción al Sánchez-Pizjuán en menos de dos semanas por insultos no ha dejado indiferente a nadie. La desproporcionalidad de la sanción (ocho partidos para Gol Norte o cuatro para el estadio entero) ha puesto a muchos sectores de acuerdo.