El nuevo director de fútbol del Sevilla tenía muy claro por dónde iba a ir el tiro en cuanto a su elección más importante, el banquillo. Ha mantenido con el soriano largas conversaciones telefónicas en las que le ha podido explicar qué le espera en Nervión y qué se espera de él, mientras que el entrenador, aparte de la evidente excitación por el salto deportivo, les ha dejado claro que no teme el vértigo de entrenar al Sevilla. Está preparado. En estos días se está pudiendo comprobar que existe entre ambos muy buena sintonía, algo indispensable entre las dos cabezas del proyecto del Sevilla 2018-2019.