La discreción de Eduardo Berizzo, elegante y educado en su comparecencia en el Ramón Sánchez-Pizjuán tras la derrota del Celta con el Sevilla, no ha podido impedir que el rumor de que es un candidato a tomar el relevo de Jorge Sampaoli coja fuerza. En Nervión gustan sus formas, tanto futbolísticas como personales, pero hay mucho que valorar aún en esta fase de simple tanteo, de movimientos en secreto.
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