El problema radica en que el pasado mes de junio, en la compra del jugador al Rayo, el conjunto vallecano incluyó una opción preferencial sobre una posible cesión del delantero, de manera que si los colchoneros decidían cederle a algún otro equipo, éste debería ser el de Vallecas; un inconveniente que no barajaban en Nervión y que ahora querrían puentear consiguiendo que los de Payaso Fofó rechazaran su preferencia bajo algún tipo de contraprestación, véase la cesión de Javi Hervás, muy del gusto de Paco Jémez.
Intenciones, éstas, que no van a poder materializarse a juicio de lo expuesto por el técnico del conjunto madrileño.