Arrojar la toalla, no, apretaremos hasta el final

Mientras hay vida hay esperanza. A esto se agarra la plantilla del Sevilla tras un nuevo empate fuera de casa que viene a redundar en la máxima de engordar para morir. No les queda otra a los jugadores, por profesionalidad y por amor propio. Las matemáticas y la dignidad, al menos eso.

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