Caparrós era el entrenador que decía que el derbi hay que vivirlo desde que termina el partido anterior. Había que bajar a comprar el pan, el pescado… pero no que vayan las mujeres o mandar alguien, no. “Vais vosotros y escuchad, escuchad lo que os dicen”. Él quería que el futbolista escuchara lo que le decía la gente. El sevillista por la calle te dice “vamos, hay que ir a por el partido, hay que echarle tal”, y el bético te decía lo contrario. En ese aspecto, él hacía que el jugador viviera mucho el partido en la calle, aparte de en los entrenamientos. Que se diera una vueltecita y esa semana no se quedara en casa, que viviera Sevilla y en ese aspecto era importante para los jugadores que venían de fuera.