Hace unos meses el presidente del Sevilla, José María del Nido, denunció a EL MUNDO al darse por aludido con el término ‘tirano’ en una de las entradas de este blog. Tan ultrajado sintió su honor que pide 15.000 euros para repararlo. En el periódico sospechamos que la maniobra sólo fuera el ardid de quien había anunciado un batallón de querellas para responder a los chanchullos que le publicamos en el pasado: sus juergas en El Rocío con cargos al club, la participación de su hijo/representante en el fichaje de Bunjaku, el amparo a la autocontratación de la empresa de su lugarteniente Vizcaíno o la red paralela de sociedades que creo con varios directivos, por poner. Pero bien pudiera ser que, simplemente, Del Nido fuera un ser muy sensible con su reputación.