La situación de Salvatore Sirigu se pone más tensa a medida que pasan las hojas del calendario y se acerca el 31 de enero, fecha límite para hallar una solución para huir del ostracismo en el que el italiano ha vivido los cinco meses que lleva en el Sevilla. Su salida en este mercado de enero parecía cantada, pero el tiempo se agota sin que ni el club ni el jugador encuentren algo que satisfaga a ambas partes.