Papu Gómez ha pasado unos meses bastante complicados, después de una sanción que le impusieron por dopaje. El ex jugador del Sevilla, defendía que lo único que hizo mal, fue tomarse un jarabe para la tos de su hijo.
En un control antidoping dio positivo al día siguiente de tomarse esa sustancia, cuando estaba en el Sevilla. Fue detectada y provocó una sanción de dos años sin poder jugar al fútbol profesional.
Cumple la sanción y puede volver a jugar
Ahora está volviendo a sonreír, y es que ha finalizado dicho castigo y puede volver al césped, en este caso con el Pádova de la Serie B, equipo que ha apostado por él. Ha tenido paciencia y va a seguir cumpliendo su sueño, que es continuar jugando al fútbol.
Ha dado recientemente una entrevista en Radio Marca, admitiendo que la culpa fue suya, por tomar ese jarabe, pero cree que es una sanción muy excesiva para lo que realmente hizo:
Entona el mea culpa: «La responsabilidad es toda mía y no voy a caer en victimismo. El primer paso que di adelante fue ese: la responsabilidad es absolutamente mía y el error fue mío».
Sanción demasiado dura: «Por tomarse un jarabe de la tos de mi hijo de cinco años, una medida muy chiquitita, donde a un atleta élite no le puede generar ninguna ventaja, comerse dos años como me los comí yo me parece muy excesivo”.
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Lo pasó fatal: «Me costaba mucho ver fútbol, me costaba mucho ver las noticias, porque sufrí bastante. Traté de alejarme lo más posible como para no odiarlo y mantener ese amor intacto en otro lado de mi alma. No es que busco la felicidad, busco la paz. Y creo que la estoy encontrando».
Momento actual del Sevilla: «Son años malos y el club no viene haciendo las cosas bien”.
