Antonio Puerta sigue siendo recordado constantemente en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, en cada uno de los partidos, en el minuto 16, todos los sevillistas e incluso la afición visitante, canta su nombre.
Marcó un golazo histórico, que metió al Sevilla por primera vez en una final europea, y apuntaba a ser una de las grandes estrellas del futuro del club nervionense y también de la selección española.
Su trágica muerte, provocó que fuera uno de los emblemas de la centenaria entidad, y que obviamente su fallecimiento trajera un dolor inmenso a toda su afición, en aquella plantilla y en el mundo del fútbol en general.
Escudé, uno de los futbolistas que lo acompañó en su carrera en el vestuario, ha hablado recientemente de su pérdida y de cómo se enteraron:
Su llegada a Sevilla: «Cuando llegué toda la plantilla no la controlaba y menos los canteranos. Son una proyeccion muy fuerte dentro de futbol sevillano y nacional».
Antonio: «Zurdo, lateral, a veces mediocentro, con un buen cuerpo futbolistico, buena pierna, mucho recorrido. Alegre, cantante, bailador. Era una persona feliz de estar donde estaba y disfrutar de su pasión que era el fútbol».
El triste anuncio: «Ya en la reunión, nos anuncia Monchi su fallecimiento. Es realmente algo que descoloca. En un principio, no te lo crees, pero te das cuenta que somos frágiles».
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Asombro: «Un proceso de aprender a vivir sin él en el vestuario y de volver a competir y de luchar pensando siempre en él. Todos los días estábamos con un médico, siempre nos hacemos pruebas, siempre vemos eso.Te hace madurar».
