Todos los aficionados sevillistas sabían de sobra que el mercado de los nervionenses iba a ser tremendamente difícil. La situación económica es compleja y el límite salarial era el más bajo de Primera y Segunda División.
Varias operaciones se quedaron en el tintero, porque el conjunto sevillista había sido incapaz de colocar a varios descartes como por ejemplo Álvaro Fernández o Iheanacho, que tuvo que ser de rescindido a última hora para inscribir a Alexis Sánchez.
Ocurrió con Amrabat, que terminó yéndose al Real Betis Balompié, el eterno rival, algo que sin duda esto no sentó nada bien a la afición, mucho menos después de escuchar las valoraciones de Antonio Cordón.
Enzo Molebe, delantero de diecisiete años del Olympique de Lyon, también estuvo muy cerca de jugar en el Sevilla, pero en este caso el problema fue que las cifras que pedían los franceses, eran consideradas excesivas por parte del director de fútbol.
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Llegó a un entendimiento total con el joven delantero, que iba a tener ficha del segundo equipo, por lo que no iba a computar con el límite salarial y tampoco ocuparía una plaza en la primera plantlla.
La oferta de cesión con opción de compra de 7 millones de euros no convenció a los galos y finalmente no llegó el relevo de Idumbo en este mercado.
