Ayer se cerró el mercado de fichajes del Sevilla FC, con tres fichajes que fueron anunciadas a última hora. Lo cierto es que estos fichajes no han ilusionado mucho a la afición sevillista.
Además, también se hizo oficial la salida del mejor jugador de la pasada temporada, Lukebakio, que apenas dejó 20+4 millones en las arcas, una cifra bastante discreta para la importancia que tenía en la plantilla.
Los aficionados sevillistas han mostrado su desacuerdo por la planificación, y sobre todo por la gestión que están llevando a cabo los dirigentes de la entidad, con José María del Nido Carrasco a la cabeza y Pepe Castro como vicepresidente.
Al fin y al cabo, Antonio Cordón, es un mandado, como se suele decir, y lo único que ha hecho es cumplir los objetivos que le ha puesto la entidad, bajar sustancialmente los gastos y aumentar los ingresos con el ventas de jugadores.
Biris Norte, grupo de animación sevillista, ha publicado en el día de hoy un comunicado en el que se une a las quejas de su afición, pidiendo la dimisión de los directivos:
«No solemos pronunciarnos sobre fichajes, ventas o mercados. Nuestra pasión por el Sevilla trasciende los resultados deportivos: estuvimos, estamos y estaremos siempre ahí, en Primera, en Segunda, en Champions o al borde del descenso, igual que todos los sevillistas de verdad.
Pero no podemos ser ajenos a la realidad. No podemos mirar hacia otro lado mientras se comete una auténtica masacre con nuestro club desde dentro, apuñalándolo en el corazón mismo, en los despachos y pasillos del Sánchez-Pizjuán, hoy ocupados por personajes nefastos para nuestro presente y nuestro futuro.
El equipo viene de tres temporadas en caída libre: de pelear durante dos décadas por puestos europeos a rozar el abismo en apenas dos años. Y eso hablando solo de la liga, porque en Europa pasamos de tocar la gloria a estar, hoy, muy lejos siquiera de soñarla.
Mercado tras mercado, la plantilla se ha ido debilitando. Ventanas de fichajes indignas de una institución como el Sevilla han desembocado en el último despropósito, consumado ayer con el cierre de un mercado de verano en el que el club no ha podido invertir ni un solo euro en reforzar el plantel.
No queremos detenernos en analizar salidas y llegadas. Queremos señalar, una vez más, a los culpables: quienes han dilapidado millones, quienes han dejado a la dirección deportiva sin recursos, quienes han llevado al club a tener el límite salarial más bajo del fútbol profesional. Los mismos que han dado la espalda al grito desesperado de una afición que ya no sabe cómo pedirles que se marchen. Continuarán las protestas, las pancartas y los cánticos, pero nada parece inmutarles. Prefieren esconderse, incapaces incluso de despedir a un jugador en el césped o de caminar tranquilos por la calle.
Desde aquí os hablamos directamente a vosotros, miembros del consejo de administración y presidente a la cabeza: ¡marchaos! La situación es irreversible. No hay marcha atrás ni vais a darle la vuelta. Seréis recordados por haber llevado a la ruina a un club que hace poco era modelo. No queremos al Sevilla en manos a de fondos de dudosa procedencia, pero tampoco en las vuestras. Si existe una vía alternativa, sed coherentes, llegad a un acuerdo y salid por la puerta de atrás de una vez. No sabemos ya cómo pedirlo, pero que os quede claro: lo seguiremos haciendo hasta que llegue el día.
No queremos ser derrotistas y, aunque la desesperación sobrevuele nuestras cabezas y en este escrito queramos una vez más decirles alto y claro que se vayan de aquí, también queremos lanzar un mensaje de valentía y coraje. Primero al equipo, a los nuevos y a los que ya estaban: esto está en vuestras manos. Nosotros estaremos ahí, en el Gol Norte y en cada campo visitante al que podamos acudir, dejándonos el alma por nuestro escudo. A cambio pedimos compromiso, actitud y nobleza para defender algo tan sagrado como la camiseta del Sevilla F.C.
Y segundo, a los sevillistas que, como nosotros, viven esta pasión: no desfallezcamos. Vienen tiempos duros, seamos consecuentes con la situación y rememos todos a una. Solo así saldremos adelante. Ellos se irán, quedando para siempre su infausto recuerdo. Nosotros, como siempre, seguiremos apoyando y sufriendo por nuestro Sevilla.
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Ellos quedan fuera de la ecuación. Equipo y afición debemos ser uno. Tenemos que volver a convertir Nervión en un dolor de muelas para todo el que nos visite, empezando por el próximo partido en casa. Sigamos señalándolos, pero seamos también la punta de lanza en esta lucha.
Porque no lo dudéis…
¡EL SEVILLA SOMOS NOSOTROS!»
