El Sevilla lleva años viviendo de la renta de tener un estadio donde muy pocos rivales son capaces de sacar puntos. El Sánchez-Pizjuán se ha convertido en uno de los escenarios más complicados de LaLiga y ahí ha sustentado la entidad la posibilidad de acudir año tras año a las competiciones europeas. No importa que el equipo no esté en su mejor momento, Nervión es capaz de levantarlo. Julen Lopetegui cuenta con ese aliado como local, aunque una de sus principales obsesiones era que el equipo no cambiase de cara cuando le tocase alejarse del calor de los suyos. Monchi se lo transmitió. Y la respuesta es inmejorable.
