«En el comienzo de la segunda parte, con Iborra y Ben Yedder en el terreno de juego por Mudo Vázquez y Sarabia, respectivamente, ya se apreció otro Sevilla. Apenas once minutos después llegaría el tanto del empate, obra de Mercado. El equipo nervionense siguió dando pasos hacia arriba con un Betis cada vez más amilanado y con Iborra como líder: mandando y marcado. En el 75, con un sutil toque de balón dentro del área, el valenciano haría el segundo y definitivo gol que le daba al Sevilla la victoria: «Sentí rabia. Fue como una explosión. Lo necesitaba; lo necesitábamos. Me acuerdo en una imagen, justo el momento en el que los compañeros que estaban calentando se vinieron conmigo. Aquello fue la imagen de un equipo. Cuando terminó el partido también hubo otra imagen importante, de esas que dicen mucho. Fuimos al centro del campo, hicimos una piña y empezamos a celebrar el triunfo en el derbi. Sabíamos que así, juntos, podíamos ganar a cualquiera».
