Del rugido unánime a gritos en el silencio

Del rugido al silencio. Un punto de inflexión, una ilusión pinchada y un equipo que supo reaccionar y transformar algo que se le iba en una victoria segura. Víctor le ganó en la preparación durante la semana a Sampaoli, pero el argentino movió sus piezas lo justo, lo preciso, para llevarse los puntos y enmudecer de fútbol y de ánimos un Villamarín que acabó siendo un cementerio, entonando los béticos cabizbajos una letanía que se hace insoportable.

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