La entidad de Nervión no ha dudado en reactivar su particular «deja vu», tirando de lo que funcionó en el pasado en busca de garantizar un futuro mejor. Machín pasó a la historia y a Barcelona ha viajado Joaquín Caparrós, otrora director de Fútbol, como el nuevo jefe del primer equipo. Otra vez. El utrerano asume de nuevo una empresa de urgencia, tal y como hiciera el año pasado cogiendo al equipo en sustitución de Montella, en las últimas cuatro jornadas de LaLiga, para terminar metiéndolo en competiciones europeas. Entonces consiguió levantar a una escuadra «muerta» ganando tres envites y empatando el derbi en el campo del eterno rival. No es menos complejo el actual reto. El club le pide ahora la cuarta plaza, actualmente a cinco puntos, cuando restan once jornadas de campeonato.