Caparrós, en la encrucijada

Joaquín Caparrós ya sabe que, salvo giro imprevisto, tendrá que hacer lo que no desea, el domingo o el jueves. Porque no hay mucho interesante en el mercado de entrenadores libres y porque ninguno aceptaría firmar sólo hasta verano, cuando ya podría ampliar enormemente el ramillete para elegir y decantarse, sin ir muy lejos, por un José Bordalás que le encanta. Y el utrerano no quiere hacerse cargo del equipo otra vez, pese a que nunca ha dejado de sentirse entrenador, por varios motivos. Por ejemplo, porque con el despido certificaría el fracaso de su primer proyecto como director de fútbol del club y, por consiguiente, de su gran apuesta para el banquillo, pero, sobre todo, porque podría ser el primer paso para poner fin a su relación con el club de sus amores.

Ver Noticia

Comparte por Whatsapp esta noticia

Deja un comentario